📘 2.1.1 – Componentes de la entrega de valor

 

¿Qué es el sistema de entrega de valor?

Ahora que sabes que el propósito de un proyecto es crear valor, esta parte del estándar te invita a entender cómo funciona ese sistema que convierte ideas en beneficios reales. No lo hace un solo proyecto, ni una sola persona. Lo hace un conjunto de componentes interconectados que trabajan juntos hacia un objetivo mayor.

Este sistema puede parecer abstracto al principio, pero en realidad está presente en todos los entornos organizacionales. Lo que ocurre es que muchas veces no lo vemos como un sistema; lo vivimos fragmentado. Aquí aprenderás a verlo completo.


¿Qué piezas componen este sistema?

Primero, está el portafolio. Esta es la colección más grande. Reúne todos los proyectos y programas que una organización decide ejecutar para cumplir sus metas estratégicas. Por ejemplo, una municipalidad puede tener un portafolio enfocado en juventud, otro en salud, otro en infraestructura.

Luego vienen los programas. Son agrupaciones de proyectos relacionados que, al trabajarse juntos, producen más valor que si se ejecutaran de manera aislada. Un programa puede incluir varios centros comunitarios, becas, y campañas de formación, todo bajo el mismo paraguas de desarrollo juvenil.

Y finalmente, están los proyectos individuales, como el que tú estás liderando: la creación de un centro de innovación juvenil. Es una iniciativa única, con un objetivo concreto, que forma parte de ese ecosistema más amplio.

Pero hay más. También existen los productos (lo que entregas) y las operaciones (lo que se mantiene y se usa después). El producto es lo que el proyecto deja listo al finalizar. La operación es lo que sigue después, cuando otros toman el relevo y mantienen activo ese resultado.

Por ejemplo, tu proyecto entrega el centro equipado y el programa inicial diseñado. Pero luego, otro equipo (o tú mismo) se encargará de la operación: gestionar inscripciones, coordinar docentes, mantener el espacio vivo.


El valor ocurre cuando todo está alineado

El valor no se crea porque un componente funcione bien por sí solo. Se crea cuando todos los componentes se conectan adecuadamente. Si los proyectos no responden a una estrategia clara, si los programas no colaboran entre sí, o si no hay continuidad operativa, entonces el valor se diluye o se pierde.

Este pensamiento sistémico es clave. Ver cómo tu proyecto se conecta hacia arriba (con la estrategia) y hacia adelante (con la operación) te permite tomar mejores decisiones hoy que garanticen resultados duraderos mañana.


Aplicación al caso práctico: Centro de Innovación Juvenil

Imagina el siguiente escenario: el municipio ha definido como estrategia principal de su gestión la inclusión social de los jóvenes. Para lograrlo, crea un portafolio de iniciativas juveniles que incluye becas, programas deportivos, talleres artísticos y, entre ellas, la construcción de centros de innovación.

Tú estás a cargo de uno de esos proyectos: la creación de un centro en una comuna específica. Pero tu trabajo no está aislado. Forma parte de un programa mayor que incluye alianzas con universidades, voluntariados, y mentorías.

En este contexto:

  • Tu proyecto entrega el espacio físico, con equipamiento y metodología.

  • El programa articula este proyecto con otras iniciativas para ampliar el alcance.

  • El portafolio reúne todos los esfuerzos juveniles para lograr el cambio buscado.

  • La operación del centro comenzará cuando termines tu trabajo, y ahí se verá si lo construido tiene vida propia y sostenibilidad.

  • El producto será el centro inaugurado y funcional.

Lo importante es que, como director de proyecto, no puedes actuar como si lo tuyo fuera lo único relevante. Tu éxito depende también de cómo encajas en ese sistema.

Si no conoces la estrategia municipal, puedes tomar decisiones que vayan en otra dirección. Si no trabajas con los responsables de la operación futura, podrías dejar problemas difíciles de resolver. Si no conoces a los líderes de otros proyectos similares, podrías perder oportunidades de sinergia y aprendizaje.


En resumen

Esta subsección te ayuda a ampliar la mirada. No eres un ejecutor solitario. Eres parte de un sistema que busca un propósito mayor. Cuanto más comprendas cómo funcionan y se conectan las piezas de ese sistema, más posibilidades tendrás de generar un impacto duradero.

Tu proyecto tiene un rol. No es todo, pero es fundamental. Y cuando lo lideras entendiendo el contexto, no solo haces bien tu parte: ayudas a que todo el sistema funcione mejor.

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